jueves, 11 de octubre de 2007

ARCADE FIRE
NEON BIBLE
SONOVOX

La fuerza dolorosa de Arcade Fire es una solución de intensidad en un mundo saturado de simulación. Ahora que kele Okereke (Bloc Party) ha quedado un poco menos en entredicho por su exceso de afectación adolescente, queda clara una cosa: desde Canadá, Win Butler, líder de Arcade Fire, es el definitivo mesías de la nueva generación indie, el hombre que guiará al más allá para recordarnos la belleza del más acá. Seguidle hermano, conoce el camino.
Superar algo como “Funeral” (2004) es un trabajo sucio, pero ellos tenían que hacerlo. A decir verdad, no lo han hecho: “Neon Bible” solo está a la altura colosal de su precedente. Estamos ante una secuela coherente y meritoria, exultante de emoción, cuyo único problema es su condición de segunda parte. Arcade Fire ya no sorprenden, pero siguen ahí, dando brochazos de hermosura vertiginosa a la realidad absurda. En una primera y perezosa escucha, esta nueva peripecia pop puede parecer más floja: la urgencia, los ritmos de cuatro por cuatro o la hiperactividad se reparten ahora el espacio con la reflexión, la calma, el interiorismo. Eso sí, pueden haber bajado algo de ritmo, pero no la intensidad.
La voz de Butler (en el cruce de David Byrne con Bruce Springsteen) es aglutinante expresivo en un álbum que envía salvajes andanadas de emoción a cualquiera de sus velocidades. La tetralogía “Neightborhood” tiene continuaciones valiosas en “Black Mirror”, “Keep The Car Running”, la espectacular “”Black Wave / Bad Vibrations” o “The Wheel And The lighthouse”, además de esa brutal revisión de “No Cars Go” (del EP de debut) mirando hacia un infinito posible donde los lunes ya serán historia. Pero también admirables son el susurro del tema titular (el de la referencia a John Kennedy Toole, cuya novela anterior a “la conjura de los necios” tenia igual nombre), la preciosa balada fifties “Ocean of noise” o esa “Intervention” cuya emoción proviene no del 4 x 4, sino de un órgano de iglesia. Son ellos sin repetirse; justo como debe ser. El grupo más relevante del último bienio se resiste a descender de categoría. genial.

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